domingo, 5 de julio de 2009

Música porque sí, música vana

Música porque sí, música vanacomo la vana música del grillo,mi corazón eglógico y sencillose ha despertado grillo esta mañana. Conrado Nalé Roxlo

Me persigue la música (Música del siglo XX).

Quiero decir, los versos que recuerdo son los que tienen algo de ella; apenas inicio el gesto de recordar (Análisis psicológico de la película Memento) un poema ya está en mi boca “Sólo tenía una flauta de caña en las manos”, de Seferis, o “Y tú Colette y tú la hermosa Genoveva/ todas han pasado temblorosas y vanas/ y sus pasos ligeros seguían la cadencia/ de la música pastoral que guiaba sus ávidas orejas”, de El músico de Saint Merry, de Apollinaire, que tradujo Octavio Paz.

Aparte, el cuento preferido que viene de mi niñez es el que trata de los infantes robados por un flautista, en Hamelin, con el encantamiento de sus notas (La neurobiología de la psicoterapia: las neuronas y las sinapsis en acción).

A la vez, soy una extraña para la música, ella no me recibe.
No pude entonar nunca ni una canción de cuna (Palabras desde una ventana); mis niños se dormían para no oírme.

Novedades sobre una vieja flauta

Pero esa sangre antigua que circula por mí se niega a renunciar a la más sagrada de las artes (La sangre).

Y cada vez que encuentro noticias, audiciones o documentales que a música se refieren, mis sentidos se alertan (5 sentidos).

He aquí una noticia que me hizo volver casi al principio del mundo (El fin del mundo, ¿alegoría o profecía?). Volverme hacia él con melancólicas reflexiones:

Hallaron una flauta que sería el instrumento musical más antiguo

Al menos 35.000 años atrás, en las profundidades de la última edad de hielo, el sonido de la música llenó una caverna en lo que hoy es el sudoeste de Alemania, el mismo lugar y en el mismo momento en que los primeros Homo sapiens también estaban esculpiendo los ejemplos más antiguos conocidos de arte figurativo del mundo. (…) El hallazgo fue realizado a unos pocos metros de donde se encontró la figura femenina esculpida de una mujer desnuda, también de unos 35.000 años de antigüedad. ¿Cómo se explica la relación entre ambos hallazgos? ¿Ritos de fertilidad o lazos sociales? Los arqueólogos alemanes sugirieron que la música de la Edad de Piedra “podría haber contribuido al mantenimiento de redes sociales más extensas, y por lo tanto quizás haya ayudado a facilitar la expansión demográfica y territorial de los humanos modernos”.

Como esta nota es de John Noble Wilford, del The New York Times, tal vez la moraleja es que no sólo los bailes de graduados, tan fértiles en Estados Unidos, contribuyen a la expansión demográfica…

El mismo día

A la vez, a la noche, prendí el televisor: pasaban un documental de ciencia, y… estaba Sting, el músico.

Los neurólogos trataban de descubrir el sitio exacto del cerebro que se activaba en el momento
de la creación musical.

Luego de varios ensayos de escaneos cerebrales, Sting, adentro del tunel que se utiliza para el caso, se “inspiró” y creó una nueva pieza musical.

Los ávidos científicos recogieron sus resultados: el lugar que más intensamente se moviliza es el tálamo, pero también participa el cuerpo calloso.

Resulta asombroso que se activen los mismos sitios que en el caso de, por ejemplo, escribir una autobiografía, según sentenciaron los investigadores.

Explicaciones

Según entendí, el cuerpo calloso une o comunica el hemisferio izquierdo y el derecho del cerebro.

En líneas muy generales, digamos, el hemisferio izquierdo comanda todos los procesos lógicos: matemáticas, escritura; y el derecho los más sutiles, emocionales, artísticos, como la danza, el arte.

Sting hacía uso de sus dos hemisferios, claro, porque creaba pero a la vez tenía presente la escritura aprendida (en este caso la escritura musical).

Por lo tanto se activaba el cuerpo calloso, que lleva y trae información de uno a otro hemisferio.

Al escribir una autobiografía es fácil comprender que suceden parecidos intercambios entre la emoción y lo aprendido, lo “agregado” a nuestra persona. En fin ¡qué sofisticados somos, qué fina creación!

Pedido

No les pediré que me manden partituras, aunque si alguno pudiera enviar fragmentos, sería una maravilla…

Los invito a un ejercicio que activará ambos lados de nuestro cerebro y hará posible que nos conozcamos un poco más (todo lo humano sirve para otro humano).

Les pido un trozo, un pedacillo de autobiografía, o un recuerdo de infancia, o un suceso mirado profundamente, individualmente, por cada uno de ustedes.

Es casi innecesario que yo haga lo mismo, porque lo hago, bien o mal, todos los miércoles, pero si alguno me pide un párrafo de una parte de mí que le interese, seguro lo complaceré en la próxima entrega.

Gracias a todos -aun a los que no les gustan los asesinatos- por sus opiniones; si acaso no les gustara la música, recibiría con felicidad esos argumentos.

Van muchos abrazos y una melodía.

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